Una luz en mi camino

Hola gente de la Tierra  y del mas allá, aquí estoy de otra vez con algo nuevo que contar y este es mi primer artículo con 17 años; caray, 17 añazos ya! Lo que quiere decir que he vivido 204 meses, 6205 días, 148920 horas… increíble!

Ya ni me acuerdo de cuando cumplí 16 años, puede que sea debido a mi pésima memoria, pero también he de decir, que en este año me han pasado tantas, pero tantas cosas…

Lo que más me gusta de mi vida, es con quien la comparto y tengo la suerte de poder decir que la comparto con personas increíbles que hacen que aunque no todos los días sean bonitos, siempre haya algo bonito en cada uno de ellos.  En la vida, nos encontramos con personas buenas, malas, aburridas, divertidas, altas, bajas… y luego están mis amigas. En el año con más cambios de mi vida, he conseguido montar el tetris de la felicidad formado por dos locas de la vida, una empollona encantadora, dos tímidas, una compradora compulsiva, una fiestera, un sexy codo y por último, mi hermana del alma, mi tocaya. En este tiempo he aprendido que por muchas cosas malas que me pasen en la vida, al final todo va a salir bien y si no, es que no es el final.

Resumir en un simple articulo el amor infinito que corre por mis venas es imposible, pero lo que sí puedo hacer, es dedicar unas líneas a aquellas personas que hacen que mi vida sea una constante montaña rusa de la felicidad que solo sube, porque cuanto más amas, más cerca está el cielo y yo ya rozo las nubes de amor.

Una vez leí que si pones tu corazón en manos de la vida, ella lo pondrá en manos de quien se lo merece y no ha podido caer en mejores manos. La de momentos que he vivido con esta panda de locas… algunos se convertirán en los mejores de mi vida, otros se perderán en mi memoria, y aunque tomemos distintos trenes en la estación de la vida, sé que siempre tendrán un pequeño hueco en mi corazón.

Las amigas son ángeles que te dan alas para cuando las tuyas no se acuerdan de como volar. Gracias a todas, por apoyarme en los malos momentos, porque vosotras sois como las estrellas, siempre estáis allí aunque no se os vea. Gracias, por vuestra sinceridad, porque las amigas te lastiman con la verdad para no destruirte con la mentira. Gracias por creer en mí, incluso cuando yo no lo hago. Gracias por tomarme la mano y tocarme el corazón.

Tengo la costumbre de llamar locas a mis compañeras de aventuras, Heinrich Heine dijo una vez: “La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca”  y tengo que decir que me encantan las personas con las que puedo parecer loca, es decir, yo misma.

Hoy, en el día de mi decimoséptimo cumpleaños, quiero deciros que os quiero hasta el infinito y que, espero que esta pócima de la felicidad no se acabe nunca.

Para terminar, a ti, mi tocaya del alma, que puedo decirte que ya no sepas… un día decidí que no merecía la pena guardarse ningún “te quiero” y ese día empecé a ser más feliz. Cuando tu mundo se desmorone, ven al mío, aquí te espero con alguno de esos postres para engordar, pero engordar juntas. Lo alucinante de nosotras es que no tenemos nada controlado, solo estamos improvisando en la ruleta rusa de la vida. Creo que contigo he bloqueado mi corazón y he tirado la llave. Nos queda tanto por vivir, tantas aventuras juntas… solo sé que, algún día no podremos más y entonces lo podremos todo.

Posdata:te quiero

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